Fue un día de mierda. Con la cabeza a mil.
Bucle mental.
No me acuerdo bien qué lo provocó, pero probablemente venía del curro, de esa sensación de “esto no es lo mío”, ¿sabes?
Cuando estás haciendo algo que no sientes. Que no va contigo.
Y la cabeza se pone en modo lavadora, sin parar.
Buscando algo que me diera tranquilidad, encontré un video en el que decían:
“Hay que aprender a decir más me la suda.”
Y pum! Me hizo parar. Me reí. Pero también me hizo pensar.
Detrás de ese “me la suda” había algo más profundo.
No es pasotismo. Es salud mental. Es poner límites. Es relativizar, y elegir. Desde la calma, con amor.
Encargué dos camisetas con esa palabra. Una para mí. Otra para mi hermano.
Porque quería llevar encima ese mensaje. Como quien se tatúa algo para no olvidarlo.
Y ¿sabes qué pasó? Que la gente nos empezó a preguntar dónde las habíamos comprado.
Que gustaba. Que conectaba.
La dejé aparcada un tiempo, no tenía pensado montar una marca.
Solo quería sobrevivir a mi mismo.
Pero si este mensaje te sirve a ti,
también, ponte una.
No es solo moda, es modo,
un modo distinto de enfrentarte a tus mierdas
Y cuando algún día se pone cuesta arriba..
Ya sabes...
MLaSuDA